El poder de la yarará y su presencia en la Argentina

Tan temidas como admiradas, las yarará aparecen como las serpientes venenosas más emblemáticas de la Argentina. Las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación avalan con firmeza tanto renombre: Las yarará provocan más del 97% de los accidentes por ofidios venenosos en el país.

Pertenecientes a la variedad Bothrops, estos ofidios se encuentran presentes en la mayor parte del territorio argentino, y a lo largo de la geografía nacional cuentan con identificaciones nacidas de lo popular. (Foto superior: paulocmdm)

Así, a los ejemplares del género Bothrops, dependiendo de la provincia o latitud, se los conoce como:
  • Yarará Grande, Víbora de la Cruz, Crucera, Urutú o Viriogakácuruzú (esto en el caso de la variedad Bothrops Alternatus).

  • Yarará Chica, Yarará-í, Yarará Overa o Yararaca Pintada (para las Bothrops Neuwiedii).

  • Yarará Ñata (en el caso de las Bothrops Ammodytoides).

  • Yararaca, Perezosa o Queimadora (Bothrops Jararaca).

  • Yararacuzú, Tapete Dourado, Surucucú-apeté (Bothrops Jararacussu).

  • Caisaca o Lanzadera (Bothrops Moojeni).

  • Cotiara, Cotiarinha o Mboi-cotía (Bothrops cotiara).

Las Bothrops cuentan con características que varían según la región donde se las ubica. Aunque como señas generales se puede postular el color castaño, las manchas de dibujo variado por lo general en marrón oscuro, casi negras, con ribetes de blanco, la cabeza triangular bien definida, y la cola gruesa que de manera abrupta se afina hacia la punta.

En este primera acercamiento a las yarará (habrá otros y más específicos), vamos a dar algunas pautas sobre las variedades distribuidas en la mayor parte de la Argentina.

Bothrops Alternatus (también conocida como Yarará Grande, Víbora de la Cruz, Crucera, Urutú o Viriogakácuruzú):

Se trata de la especie más común en la provincia de Buenos Aires. Según un informe divulgado por el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Producción de Biológicos, una hembra adulta de esta variedad puede superar 1,60 de longitud. (Foto: Glfajim)

La Alternatus puede habitar en zonas frías incluso en sistemas montañosos como Sierra de la Ventana y Tandil. Se la encuentra en el delta del río Paraná y también en la costa del río de la Plata. Esta variedad también se distribuye desde el Centro-Norte hasta el Norte del país, llegando hasta La Pampa y el norte de la provincia de Río Negro.

Bothrops Neuwiedii (también conocida como Yarará Chica, Yarará-í, Yarará Overa o Yararaca Pintada):

En el caso de esta variedad, la hembra adulta rara vez supera 1,20 de longitud. De acuerdo a la investigación explicitada por los organismos mencionados, la Neuwiedii ostenta un temperamento más agresivo que las yarará “Grande” y “Ñata”. (Foto: extraída de este sitio)

“Actualmente, su sistemática está en revisión y se considera que hay seis especies y un grupo sin determinar, si bien médicamente se las identifica así”, argumenta el informe.

Las Neuwiedii son las serpientes más comunes en el Norte (Noroeste y Noreste del país), y posiblemente las responsables de la mayor cantidad de accidentes.

Bothrops Ammodytoides (Yarará Ñata):

Es la especie de serpiente venenosa más austral del mundo. Puede habitar en zonas de temperatura muy bajas. Se la llama Ñata porque posee las placas nasales sobreelevadas, que le brindan un aspecto respingado. (Foto: Arvo Rec)

Si bien una hembra adulta raramente supera los 60 centímetros, la mordedura de una Ammodytoides puede producir envenenamientos graves. En la actualidad, se la encuentra desde el Centro-Norte del país hasta la Patagonia.

Bothrops Jararaca (también conocida como Yararaca, Perezosa o Queimadora):


El informe del Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Producción de Biológicos sostiene que una hembra adulta correspondiente a esta variedad puede medir 1,40 de longitud. (Foto: Techuser)

La Jararaca, hasta el momento, sólo dice presente en determinadas zonas de la provincia de Misiones, y su hallazgo resulta muy inferior respecto de otras especies misioneras.

Igualmente, esta variedad es muy común en el Sur y Sureste de Brasil, siendo la principal serpiente ponzoñosa involucrada en envenenamientos en ese país.

Bothrops Jararacussu (Yararacuzú, Tapete Dourado, Surucucú-apeté):


En el caso de la Jararacussu, una hembra adulta de esta clase puede alcanzar 1,80 de longitud. Con presencia sólo en las zonas selváticas de Misiones, este ofidio se caracteriza por la alta toxicidad de su veneno. (Foto: Gabriel Horta)

Las Jararacussu inoculan una cantidad de veneno superior en comparación con el resto de las Bothrops. Las hembras de la variedad se caracterizan por sus tonalidades negras, mientras que los machos tienden a presentar un color marrón.

Bothrops Moojeni (Caisaca o Lanzadera):


También con presencia comprobada sólo en Misiones, las Moojeni –a diferencia del resto de las Bothrops– pueden atacar varias veces. (Foto: RAStr)

Aptos para dar hasta tres saltos sucesivos, estos ofidios son capaces de estirar todo su cuerpo en cada uno de sus ataques. Las hembras adultas de esta variedad pueden superar 1,60 de longitud.

Bothrops Cotiara (También conocidas como Cotiara, Cotiarinha o Mboi-cotía):

De raro hallazgo en la provincia de Misiones, esta variedad hace varios años que se supone en extinción. Un ejemplar de Cotiara hembra en edad adulta puede medir hasta 1,40 de longitud. (Foto: Solenoglyph)

De acuerdo al informe mencionado, sólo se la encontraría en Misiones, Sur de Brasil y Sureste de Paraguay.


Patricio Eleisegui
ofidiosargentinos@gmail.com

¿ Es verdad que el sapo atrapa a la serpiente con un círculo de baba?


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